Nuevas pautas de la ADA para la prevención y tratamiento de la diabetes
La diabetes es un campo en rápida evolución. Siendo así no es de extrañar que cada año la Asociación Americana de la Diabetes (ADA) actualicé sus Normas de Referencia para la Atención Médica (Standards of Medical Care in Diabetes, 2017) con el fin de aportar los mejores consejos en base a la evidencia más reciente.
Como viene siendo habitual, el documento incluye una docena larga de secciones relativas a:
- Promoción de la salud y la reducción de las diferencias sociales (página 6).
- Clasificación y criterios diagnósticos de los diferentes tipos de diabetes (página 11).
- Evaluación médica integral y valoración de las comorbilidades (página 25).
- Manejo de los estilos de vida (página 33).
- Prevención o retraso en la aparición de la diabetes tipo 2 (página 44).
- Objetivos relativos a la glucemia (página 48).
- Manejo de la obesidad en el tratamiento de la diabetes tipo 2 (página 57).
- Enfoque farmacológico en tratamiento de la glucemia (página 64).
- Enfermedad cardiovascular y manejo del riesgo asociado (página 75).
- Complicaciones microvasculares y cuidados del pie diabético (página 88).
- Diabetes en los adultos de edad avanzada (página 99).
- Diabetes en niños y adolescentes (página 105).
- Control de la diabetes en el embarazo (página 114).
- Atención hospitalaria de la diabetes (página 120).
Son diversos los cambios que en 2017 recoge este posicionamiento frente al de ediciones anteriores. No obstante, y como nunca se ha abordado con anterioridad en este espacio el comentario pormenorizado de esta clase de documentos, se remite al lector experimentado a que consulte dichas novedades en este enlace que la propia ADA pone a disposición de los interesados. Por otra parte, y dado el carácter divulgativo y práctico de este blog, nos ha parecido especialmente interesante centrarnos y hacer destacar algunos de los contenidos del presente documento en lo que se refiere a la prevención, los cambios de los estilos de vida y la nutrición en la prevención y cuidados de la diabetes. Vamos allá.
Sobre la prevención
- Las personas en situación de prediabetes deben realizar un seguimiento, al menos anual, para conocer la evolución de su situación. (nivel de evidencia E)
- En estos pacientes (prediabetes) se enfatiza la necesidad de adherirse a un cambio intensivo de sus estilos de vida circunscritos en un programa integral para la prevención de la diabetes: alcanzar y mantener una pérdida de peso del 7% con respecto al peso inicial; y aumentar su actividad física de intensidad moderada hasta llegar, por lo menos, a 150 minutos a la semana, por ejemplo caminar a paso a paso ligero (nivel de evidencia A)
- Los elementos basados en las nuevas tecnologías tales como el uso de las redes sociales, podómetros (o pulseras de actividad), contenidos educativos en DVD y aplicaciones móviles pueden ser muy útiles a la hora de modificar los estilos de vida para prevenir la diabetes (nivel de evidencia B)
- Dada la relación entre el coste y la efectividad de las medidas en la prevención de la diabetes las anteriores propuestas de intervención deberían estar subvencionadas por terceros –entiéndase en este caso a cargo de Sistemas Públicos de Salud o bien por las correspondientes aseguradoras- (nivel de evidencia B)
Sobre cómo promover los cambios en los estilo de vida
- Todas las personas con diabetes deberían recibir formación para la autogestión de su situación con el fin de facilitar su conocimiento, sus posibilidades y sus capacidades, así como recibir el apoyo necesario para implementar y mantener dichas habilidades en la mencionada autogestión, tanto en el momento del diagnóstico como cuando sea necesario a partir de entonces (nivel de evidencia B)
- La mejoría de los valores clínicos (glucemia, lipidemia, tensión arterial…) y del estado general de salud fruto de la autogestión son objetivos clave en la educación de la diabetes y es preciso medirlos y controlarlos como parte de la atención rutinaria (nivel de evidencia C)
- La educación y el apoyo de la autogestión en la diabetes deben de estar centrados en el paciente, ser respetuosos con él, respondiendo a sus preferencias, necesidades y valores personales; y ésta debe ser la guía de las decisiones clínicas (nivel de evidencia A)
- Los programas de educación y apoyo de la autogestión de la diabetes incluyen en su interior elementos necesarios para retrasar o prevenir el desarrollo de la diabetes tipo 2. Por lo tanto, dichos programas deben adaptar su contenido a la hora de alcanzar la meta deseada: prevenir la diabetes (nivel de evidencia B)
- Ya que la educación y el apoyo en la autogestión pueden mejorar los resultados y reducir los costos (nivel de evidencia B), la educación y el apoyo de la autogestión de la diabetes deberían estar debidamente subvencionados (nivel de evidencia E)
Sobre aspectos nutricionales
Uno de los mensajes que más se vienen repitiendo en los últimos documentos de posicionamiento de la ADA es que “no existe un único patrón de alimentación que se adapte a las necesidades de todas las personas con diabetes”.
Para la ADA (al igual que para un servidor) y en lo que concierne a las cuestiones nutricionales, se ha de poner todo el énfasis en la promoción de un patrón de alimentación saludable entendido este como:
- Impulsar la presencia de alimentos de alta calidad con una importante densidad de nutrientes (en relación a su contenido en vitaminas, minerales, fibra, antioxidantes, ácidos grasos esenciales…)
- Desalentar la absurda estrategia de cuantificar nutrientes concretos… tal y como se vio en el post anterior.
- Abordar las necesidades nutricionales de cada paciente teniendo en cuenta sus preferencias personales y culturales, sus conocimientos sobre salud, su acceso a alimentos saludables, la disposición de cada cual y su capacidad para afrontar cambios y vencer dificultades.
- Mantener y alentar el disfrute de comer sin prejuzgar alimentos concretos.
- En resumen, proporcionar a las personas con diabetes las herramientas prácticas necesarias para desarrollar patrones de alimentación saludable en lugar de concentrarse en macronutrientes individuales, micronutrientes o alimentos individuales.
Una reflexión personal a modo de epílogo
Este documento transpira por los cuatro costados verdadero interés y preocupación por las personas con diabetes. Es palpable. Muchas de las recomendaciones que se proponen requieren de una verdadera implicación por parte de los profesionales sanitarios –y de los sistemas- para capacitar, en la medida de sus posibilidades a cada enfermo, en la autogestión de su enfermedad y en virtud de su situación personal. Una verdadera implicación que alude tanto al nivel de actualización y especialización de estos profesionales, como al tiempo que se precisa para este tipo de intervenciones. Con toda sinceridad, opino que los sistemas de sanidad pública que frecuentan los lectores de este blog están bastante lejos de cubrir hasta el extremo que se requiere estas recomendaciones. Lamentablemente, y tal y como están las cosas, solo estarán disponibles para una selecta población de personas con diabetes (o que quieran prevenirla) que, en primer lugar esté verdaderamente sensibilizada con todas esas cuestiones inherentes a su situación y, en segundo lugar, pueda hacer frente a su coste acudiendo a los correspondientes profesionales sanitarios… en el ámbito privado, claro.
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