7 consejos para que niños y niñas coman vegetales
La nutricionista infantil Melisa Gómez Allué nos da una serie de consejos para hacer más fácil que niños y niñas coman vegetales, consejos que nos pueden servir para invitarles a probar otros alimentos y promover además una alimentación saludable en tu familia.
“A mi hijo le encantaban los vegetales y ahora no los puede ni ver, se devoraba el brócoli y ahora al notar el mínimo trocito de vegetal en el plato lo rechaza y dice que no le gusta. Es por esto que se los escondo, porque es la única forma en la que he conseguido que los coma”. ¿Te suena familiar? – Si no es así, siéntete afortunad@, igualmente te invito a seguir leyendo porque con estas pautas podrás animar a los pequeños de la casa a tomar otros alimentos y llevar una alimentación variada.
En este artículo encontrarás consejos para animarte a persistir y no dejar de lado un grupo tan importante de alimentos como el de los vegetales, grandes aliados para mantener a nuestros niños saludables tanto en el presente como en el futuro.
Tal y como explica el nutricionista Julio Basulto en su artículo ¿Por qué los niños adoran el azúcar y rechazan las verduras?, es completamente normal que los niños pequeños prefieran los sabores dulces y rechacen los sabores amargos como los de las verduras, pero ésto no significa que nos quedemos de brazos cruzados. Trabajemos para ir logrando que nuestros niños no solo acepten, sino que disfruten de comer vegetales en ensaladas, cremas o sopas, patés y muchas preparaciones más.
Partiendo de que sabemos que los vegetales son muy importantes por su aporte de vitaminas, minerales y fibra y nos protegen de enfermedades, ¿quiere decir esto que debemos obligar a nuestros niños a comerlos?, o que ¿si los escondo en otras preparaciones ya tendré ganada la batalla? Siento decirte que no, que el fin no justifica los medios en esta ocasión, porque si presionamos a nuestros niños para que coman no tendrán oportunidad de aprender a disfrutar los alimentos que hoy rechazan. Basta recordar algún plato que de pequeño nos hayan presionado a comer – y cómo nos hacía sentir esto – para que reafirmemos que ese no es el camino a recorrer si queremos que nuestros hijos sueñen con la ensalada que se podrán preparar mañana.
Por algo se suele decir que “Roma no se hizo en un día” y es que sabemos que para instaurar, o en algunos casos recuperar, un buen hábito se requiere de mucha paciencia, perseverancia y constancia, ingredientes que no deben faltar si queremos lograr nuestro objetivo.
Además, es muy aconsejable que el foco se ponga en los hábitos de los padres, que son los que el niño terminará adoptando con el paso del tiempo, por lo que en lugar de angustiarnos porque el niño no come vegetales habrá que revisar primero si los estamos comiendo nosotros (que somos su ejemplo), si los estamos preparando y ofreciendo en distintas texturas, si lucen apetecibles y una vez hayamos centrado en esto nuestra atención podremos practicar los siguientes consejos.
7 consejos para animar a nuestros hijos e hijas a comer vegetales
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Incluye al niño en el proceso de compra y preparación de los alimentos
Acudid juntos al mercado, anímalo a elegir un vegetal que quiera preparar y probar. Permítele lavarlo, ayúdale a pelarlo o cortarlo, que elija cómo cocinarlo (al vapor, rostizado, crudo, etc.) y sazonadlo juntos. También resulta de utilidad construir un huerto y practicar jardinería (aunque en casa no haya más espacio que para algunas hierbas aromáticas).
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No caigas en la tentación de esconder siempre los vegetales
Aunque este método nos puede ayudar a lograr nuestro objetivo de incluir vegetales en su dieta y que se los coman a gusto, no resultará de mucha utilidad para que aprendan a comerlos en el futuro porque al no verlos en el plato será como si no estuvieran allí. La solución podría pasar por combinar ambas formas: esconderlos en todas las preparaciones que puedas (porque la mayoría de personas sigue comiendo menos vegetales de los necesarios) pero sin olvidar servir vegetales como acompañantes en comidas y cenas que así en el momento menos esperado se animarán a probarlo y, mientras ese día llega, disfruten de su doble ración de vegetales (la vuestra + la de vuestros peques).
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Coloca siempre vegetales a la vista y sírvelos en preparaciones provocativas
Puede ocurrir que algunos niños acepten más vegetales si forman parte de una de sus comidas favoritas como por ejemplo si agregamos pimiento, champiñones, tomate, cebolla, etc. a una pizza o preparamos una salsa de pasta con vegetales como calabacín, cebolla y tomate (dejando trozos visibles), o preparando tortitas con zanahoria, espinacas o remolacha para desayunar, entre otras ideas.
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Utiliza la creatividad a la hora de preparar los platos
Algunos trucos como utilizar cortadores de galletas para ofrecer formas divertidas, cortarlos en tiritas para hacer figuras o llamar a los brócolis “arbolitos”, pueden resultar útiles y animar al niño a probar estos alimentos. Las preparaciones en tamaños “mini” también pueden contribuir para hacer el proceso más divertido. Mientras más divertido sea, despertará más interés y existirá mayor posibilidad de que los acepte.
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Aprovecha las “buenas influencias” que pueden ejercer otros niños
Si el niño tiene algún amigo que disfruta comiendo vegetales y probando nuevos alimentos, invitadlo a cenar o comer en casa. Con esta simple acción se puede animar al niño a que pruebe los vegetales.
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Ten a mano vegetales listos para ofrecer al niño en meriendas, comidas y entre comidas
Deja a su alcance recipientes con zanahorias en palitos o rodajas, brócoli, coliflor, tomates cherry, entre otros, mientras preparas la comida para que, si tu hijo tiene hambre y quiere algo de picar, elija los vegetales.
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Intenta el método del “bocadito de prueba”
Muchos niños que han rechazado alimentos inicialmente, tras las 8-10 exposiciones empiezan a aceptarlos más. El método del “bocadito de prueba” consiste en pedirle al niño que pruebe un bocadito del vegetal servido, aunque luego deje el resto si no desea comer más. Ésto permite que se familiarice con los vegetales al pasar los días y motiva a muchos niños a comérselos. Sin embargo, para que pueda resultar efectiva debe respetarse siempre la prueba de ese primer bocado y no forzarle o insistirle a comer “otro” y “otro” puesto que así el niño podría rechazarlo y negarse a volver a intentar realizar estas pruebas en el futuro.
A pesar del tiempo y del esfuerzo que puede requerirse para que el niño acepte este grupo de alimentos, las ventajas que aportará el consumirlos harán que todo valga la pena.
No me despido sin antes recordar que los hábitos que se instauran en la infancia acompañarán a los niños hasta la vida adulta por lo que rendirse no es una opción cuando se trata de protegerlos ante el desarrollo de enfermedades crónicas y dotarlos de herramientas para que lleven una vida saludable y se conviertan en los adultos sanos y felices que esperamos que sean.
Melisa Gómez Allué – Nutrikids
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- 7 consejos para que niños y niñas coman vegetales - 22 julio, 2016