La diabetes gestacional no acaba con el parto
Hace unos días acudía a consulta Belén, una mujer de 45 años. Sumergida en el cuidado de sus dos hijas de 7 y 5 años, me comentaba que “estaba muy cansada”: “posiblemente será por la vida que llevo, con tanto stress y poco descanso”.
Tras una exploración física minuciosa y una anamnesis detallada, planteamos realizar una analítica de sangre, ya que además habían pasado más de cinco años desde la última.
Recordábamos ambas que Belén había tenido una diabetes en el segundo embarazo, aunque “aquello se curó”. Tras el parto, una analítica dentro de la normalidad y varios años de ausencia de contacto conmigo. “Soy una persona sana, Igotz”, decía Belén entre risas.
Ayer volvimos a encontrarnos para revisar resultados de analítica y ver cómo se encontraba Belén. La analítica era tajante: una glucosa de 139 mg/dl y una hemoglobina glicosilada (HbA1c) de 6,8% (Diabetes Journals. ADA)
No había duda, Belén tenía una diabetes mellitus tipo 2 y comunicarlo iba a ser complejo. Me miró con cara de incredulidad: “a mí no me duele nada, Igotz. No puede ser”.
Y efectivamente, así suele ser. La diabetes mellitus tipo 2 suele llegar sin avisar y no duele ni mucho ni poco. Es una enfermedad silente y traicionera, y cuando llega, lo hace para quedarse porque es una enfermedad crónica y lamentablemente, causante de múltiples complicaciones que genera un deterioro de la calidad de vida, que nadie quiere, sin duda.
¿Cómo es posible que tenga una diabetes tipo 2?
¿De dónde viene esto si no tengo antecedentes de diabetes en la familia?”.
La diabetes gestacional es la que se diagnostica durante el embarazo. Suele ser un problema de salud bastante frecuente, con una prevalencia estimada aproximada del 10% en esta etapa de la vida de una mujer y puede causar complicaciones tanto a la madre como al futuro bebé. En la mujer puede causar cuadros de preeclampsia y eclampsia con alto riesgo en estos casos de precisar una cesárea de urgencia por riesgo vital para ambos. Muchos bebés de madres con diabetes gestacional nacen con gran peso (macrosomía).
En el caso de la madre, los datos son reveladores: un 50% de las mujeres que han sufrido diabetes gestacional desarrollan una diabetes mellitus tipo 2 en un plazo corto de tiempo. Según esta publicación: 1 de cada 2 mujeres desarrolla de diabetes mellitus tipo 2 a los 5 años tras el parto.
En el caso del bebé, es prevalente la presencia de obesidad y desarrollo de diabetes tipo 2 en edades tempranas, así como hipertensión arterial y síndrome metabólico.
La pandemia de la diabetes tipo 2
La diabetes mellitus tipo 2 es una epidemia de nuestro siglo y nuestra sociedad. Es mucho más que “un poco de azúcar en la sangre”. Es una enfermedad que se extiende por todo el organismo, generando retinopatía, nefropatía, cardiopatía, neuropatía, etc. Sin duda, no mira ni por donde va ni mira por nadie. Arrasa.
- Es la principal causa de ceguera en nuestra sociedad
en personas en edad laboral y también de amputación no traumática de extremidad inferior. - Está íntimamente ligada al desarrollo de enfermedad renal diabética y necesidad de tratamiento sustitutivo renal (diálisis) en este contexto: 1 de cada 4 personas que precisa este tratamiento tiene una diabetes mellitus tipo 2.
- Causa además insuficiencia cardíaca y hospitalización por este motivo.
- Es causante de múltiples eventos cardiovasculares como ictus e infarto agudo de miocardio, ambos potencialmente mortales.
- Genera múltiples problemas de salud mental y emocional, ya que muchas personas con esta enfermedad sufren depresión y trastornos de ansiedad.
Diabetes y mortalidad son un binomio indivisible. No duele, no, pero mata lentamente en el mejor de los casos, cuando no lo hace de manera fulminante. Y no, no avisa, lamentablemente.
Dos de cada tres personas con diabetes fallecen por patología relacionada con la enfermedad cardiovascular que genera.
No todo son malas noticias: podemos ponerle freno
Conocer nuestra predisposición genética a desarrollar diabetes es posible en la actualidad y esto permite determinar el abordaje individualizado más personalizado posible, ya que nuestros genes son únicos y ellos son los que contienen la información de lo que puede acontecer en nuestras vidas.
En el caso de la diabetes gestacional, debemos recordar siempre y en todo momento, que “NO SE CURA”. Las cifras de glucemia se corrigen tras el parto, pero el camino hacia una diabetes mellitus tipo 2 queda abierto.
Por ello es importante monitorizar control glucémico tras el parto, concretamente a las 4-12 semanas postparto y seguir con controles analíticos trianuales.
Así mismo, adoptar un estilo de vida saludable que incluya una pauta de alimentación y ejercicio físico adaptados a la situación vital del paciente y que posibiliten evitar el sobrepeso y la obesidad son imprescindibles. Ademas es primordial el abordaje emocional del paciente y de otros parámetros sumamente importantes como son el patrón del sueño, el control del stress, el seguimiento de tratamiento farmacológico, etc…
Belén sigue mirándome incrédula y sin poder asumir la situación:
“¿Me ayudarás en este camino, Igotz? Voy a necesitar apoyo, ayuda y conocimiento en la materia para que no me pase nada en este camino”.
“Por supuesto, Belén. Encantada.”
Ahora toca planificar el plan a seguir. Iremos paso a paso. Comenzaremos solicitando una retinografia para valorar el fondo de ojo y ver que no hay daño oftalmológico. Solicitaremos también un electrocardiograma para ver que no haya alteraciones a este nivel. Concertaremos una cita con mi compañero de Enfermería para explorar los pies y descartar que haya una neuropatía que pueda ser motivo de pérdida de sensibilidad y aparición de lesiones que puedan complicarse. Habrá que tomar nota de peso y talla y calcular el Índice de Masa Corporal (IMC) y el perímetro de cintura.
Revisaremos además con detalle tu estilo de vida para saber cómo son tu pauta de alimentación y de ejercicio físico para ver qué cosas son mejorables y asequibles de modificar, así como otros datos interesantes de tu vida como son el patrón de sueño, nivel de stress, etc. De esta manera podremos hacer un abordaje holístico, porque nos importas toda tú, y porque además todo esto tiene influencia en el control de tu diabetes. También plantearemos el tratamiento farmacológico que se podría adaptar mejor a tus características.
“Anota siempre todas tus dudas, y me las vas comentando. Quedarse con dudas no hace más que alimentar desconocimiento e incertidumbre”. “Yo te iré señalando los pasos a seguir”.
Debemos centrarnos como nunca en cada persona, y no hay excusa: cada diabetes es diferente porque cada persona lo es. Y este y no otro, debe ser nuestro lema en la batalla contra la diabetes. El trabajo en equipo y centrado en cada persona nos permitirá llegar más lejos y conseguir nuestro objetivo: mantener la diabetes a raya y mejorar nuestra calidad de vida.
No hay duda: una mujer con antecedente de diabetes gestacional tiene un riesgo 10 veces mayor de desarrollar DM2 en comparación con una mujer que no haya sufrido esta enfermedad en el embarazo. Ser proactivos, transmitir la importancia de esta patología como precursora de diabetes mellitus 2 y por supuesto, de poner medios para prevenirla es de una relevancia incalculable.
Nuestra salud es nuestro mayor tesoro.
Dra. Igotz Aranbarri
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- De la diabetes gestacional a la diabetes tipo 2 - 10 noviembre, 2020